INDIVIDUAL


¿ Y si te enteraras de que te queda un mes de vida?….¿Sentirías un poso de insatisfacción y la sensación de no haber vivido realmente?
En definitiva lo más habitual es que vivamos huyendo hacia el futuro o evadiéndonos en el pasado.
A veces tomamos esta actitud para evitar un dolor del presente demasiado pesado para poder seguir adelante; otras veces para evitar estar en contacto con aspectos de nosotros mismos que no podemos aceptar.
En ambos casos el resultado es el mismo…”vivir de puntillas” …..imagina la inseguridad que esto produce.
PORQUE LO NECESITO
Crees que tienes derecho a ser feliz pero no lo eres
Crees que tienes derecho a ser feliz pero solo en algunas áreas de tu vida
Crees que en esta vida no puedes ser feliz siendo como eres
Crees que tienes derecho a tenerlo todo
Crees que todo lo malo te ocurre a ti
Los demás te dicen que reaccionas desproporcionadamente a las cosas
Todas estas ideas son muy frecuentes y están presentes en muchas personas que sobreviven en el día a día con su vida y sus circunstancias.
No podemos huir de las preocupaciones y malestares del presente

EN QUÉ SITUACIONES PUEDO NECESITAR AYUDA DE LA TERAPIA
- Crisis vitales
- Repetición de situaciones y de conflictos
- Estancamiento y desmotivación laboral
- Estancamiento y desmotivación en pareja
- Reacciones desproporcionadas ante situaciones menores
Por supuesto si además crees que puedes estar presentando síntomas relacionados con alguna patología tal como:
- Ansiedad (+sobre ansiedad)
- Depresión (+)
- Hipocondría (+sobre hipocondría)
- Fobia
- Agorafobia
- Insomnio
- Trastorno Obsesivo
- Trastorno de la alimentación
- Obesidad y sobrepeso
- Dolor crónico

COMO LO HAGO
RESULTADOS
La psicoterapia ayuda a tomar conciencia de estos mecanismos de huida tan habituales, y en consecuencia a ganar confianza en ti y en la vida.
Pisar con más firmeza, a saber dónde y a quién pisas.
Te ayuda a mejorar en definitiva la calidad de las relaciones contigo mismo y con los demás.
Obviamente se reducen los síntomas con los que podías haber estado viviendo (ansiedad, insomnio, miedos e hipocondrias…etc)
¿SABES QUE?
Si huyes de las preocupaciones y malestares del presente, esto al final termina por pasarte “factura” de muy diferentes modos: ansiedad, depresión, problemas de salud física, insomnio, problemas de relación, insatisfacción con la vida….etc
En la consulta no hay magia, ni milagros, ni charlatanes, solo un saber científico transmitido, mucho estudio, vocación, esperanza y ganas de que aquel que entra por la puerta, y al que inicialmente no se conoce, acabe saliendo por la misma puerta (aunque ya distinta) con el semblante sereno y un adiós agradecido.” Javier Urra, “Secretos de consulta”. Editorial Planeta.
Testimonios
Aunque siempre he sido muy consciente de la importancia de la psicología en nuestro días, nunca había considerado la necesidad de recurrir a ellos.
Pero un día cualquiera te das cuenta que si no recurres a un profesional no puedes seguir con tu día a día y en mi caso más aún pues mi problemática emanaba en mi ámbito profesionales y se había extrapolado a otras parcelas personales e incluso fisiológicas.Pero he de decir que fue gracias al apoyo de un familiar, el cual había recurrido a la profesionalidad de Marta, el que me condujo a su terapia. En ningún momento estaba reticente y ella, si cabe, me hizo el camino más cómodo.
Mi terapia duró unos meses y, excepto dos sesiones que fueron presenciales, el resto se desarrollaron de manera telemática.
Marta realmente no hablaba casi nada, solo me guiaba en una narración de acontecimientos y hechos del presente y del pasado que se enredaban y daban luz a constantes cuestiones que me planteaba.
onforme pasaba el tiempo, Marta fue adaptándose a mi evolución y mejora, ahondando en otros temas que influían y, de qué manera, en la situación de desconfianza, inseguridad y temor que estaba experimentando día a día en el aula con mis alumnos.Poco a poco fui ganando una seguridad y autoestima perdida y recuperando la firmeza y carisma que siempre me caracterizaba. Fue en ese punto cuando la terapia entre los dos experimentó otra evolución; espaciándose en el tiempo y dedican más minutos al “coaching“ en toda su dimensión.
Para concluir esta referencia, quiero agradecer la labor encarecida que Marta hizo durante todos esos días conmigo. Debemos ser más conscientes de las necesidades psicológicas que nuestra vida de estrés y rutinas arraigadas generan. Al igual que recurrimos al dentista por un dolor de muelas, tenemos que escuchar esas otras dolencias o necesidades mentales que pueden ser muy dañinas y ejercer una gran influencia en nuestra forma de ser o actuar.
Ginés. 30 años.
“Marta es una gran profesional, que te hace sentir muy cómoda en sus sesiones, y en la cual se nota una gran formación y vocación por su trabajo, lo que, sin duda alguna, es muy importante.
Conocí a Marta en un momento muy malo de mi vida, una depresión con ansiedad constante. Me resultaba muy duro imaginar que tenía que acudir sí o sí a un profesional; y ella me ayudó poco a poco a relajarme y a ir cogiendo otra vez fuerzas. Dos años después sigo acudiendo a sus sesiones, siempre que puedo, y siempre salgo con la misma sensación de paz.
Nada de todo esto es fácil, y, cuando acudes a un profesional, muchas veces, vamos asustados e, incluso, en oacasiones, avergonzados…Hay cosas que cuestan mucho; pero Marta para mí ha sido un gran apoyo. Ahora creo que me conoce casi mejor que yo misma; mientras que, a su vez, me ayuda a ir descubriéndome.
Solo le puedo estar agradecida por su trabajo y, lo más importante, por su ayuda.Inmaculada S.
Muy recomendable, muy agradable, grandes conocimientos, domina diferentes tipos de terapias, gestalt, pnl, hipnosis y te aplica lo más recomendable para tu caso.
Me ayudó muchoAlfonso 44 Años
Mi experiencia con Marta ha sido muy positiva. Aunque recurrí a ella en momentos malos ella supo como darme las pautas para afrontarlos. Me ha ayudado a conocerme y conectar conmigo misma. Destaco de ella su gran profesionalidad y conocimientos, así como su magnífico trato.
Elena, 25 Años
El loco dice: “Yo soy Abraham Lincoln”, el neurótico: “Ojalá yo fuera como Abraham Lincoln”, y la persona sana: “Yo soy yo, y tú eres tú”
Las emociones no expresadas nunca morirán. Están enterradas vivas y aparecerán más tarde de maneras más desagradables (Freud)